El pasado diciembre se consumó el despropósito político que ha sumido tanto a grandes como pequeñas promotoras en una suerte de inseguridad jurídica respecto a que normativa seguir a la hora de obtener licencia para edificar en los meses venideros. La suspensión de licencias que ha acompañado a la aprobación inicial del plan y la subsiguiente negativa a la aprobación definitiva han devenido en una situación de bloqueo a los promotores inmobiliarios o stand-by edificatorio no solo por la adaptación que han sufrido los Proyectos a la normativa aprobada y que ahora puede ser un gasto sin sustento ulterior, sino también por la incertidumbre generada con motivo de la próxima cita electoral madrileña, que impide saber con exactitud cual será finalmente el recorrido definitivo de las reformas planteadas.
Ya que no está en nuestra mano saber que ocurrirá en la próxima cita electoral y, por tanto, cuál será el texto definitivo que definirá las nuevas formas habitacionales en Madrid, incidiremos en los cambios propuestos en la aprobación inicial ya que, pese a la negativa de algunos grupos parlamentarios a aceptarlo íntegramente tal y como fue inicialmente planteado, consideramos que la realidad económica y social de Madrid impondrá en definitiva la actualización de la normativa vigente.
Resulta evidente que las necesidades de espacio y de formas del uso residencial se han modificado en los últimos años. En cuanto al espacio, hay que atender a cuestiones como el reciclaje, mayores requerimientos de confort y habitabilidad y al hecho de que la vivienda hoy es algo más que un lugar para dormir, en el que incluso puede desarrollarse, a tiempo completo o parcial, la vida laboral o de estudio de sus moradores. La esperanza de vida es cada vez más elevada y es necesario contar con espacio para hacer posible la mejora o
adaptación de las condiciones generales de las viviendas para hacerlas totalmente accesibles.
Estos han sido los condicionantes que la nueva normativa ha tomado en consideración para el cambio normativo propuesto y que estamos seguros, seguirán sirviendo de base para la formulación jurídica de la Reforma que venga, con independencia de quien finalmente la plantee.
Iria Fernández
Abogada Senior Inmobiliario y Urbanismo.